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sábado, 3 de diciembre de 2016

El factor de desconexión.



Como un navío en alta mar, cada uno de nosotros lleva su ruta…:


El factor de desconexión.


Confieso que uno de los conceptos nuevos que más atención ha despertado en mí últimamente y que aun siendo de vital importancia, no se le tiene la adecuada consideración, que se define como factor de desconexión.

Es un concepto que aprendí de Bernardo Quinn, un directivo de telefónica experto en temas de liderazgo. 

Pero, ¿qué es el factor de desconexión?
¿Es desconectarse literalmente de la realidad?
¿Es perderse el rumbo?
¿Es ir en la dirección incorrecta?
¿Es no saber recoger las variables claves de la realidad para a su vez interpretarlos y deducir el camino correcto?
¿Es tener una visión equivocada?
¿Es la contra visión?

Puede que es un poco de todo, una mezcla de todas estas cuestiones, es algo que a priori no se le da la consideración adecuada y sin embargo es un factor muy a tener en cuenta en el mundo del liderazgo.

A pesar que la visión es el ADN del liderazgo, muchas veces los líderes se pierden, no son capaces de calibrar correctamente los momentos, no hacen una correcta lectura de la realidad, se desconectan de ella.

Gigantes como Kodak, Nokia y Altavista por solo citar 3 ejemplos han padecido las consecuencias de la desconexión de sus líderes con la realidad, pese a su capacidad, posición en el mercado, ventajas competitivas y expertise en sus desempeños no han sabido interpretar la realidad para generar una visión a largo plazo que las haga perdurar en el tiempo y han perecido.

Quizás, parte de la explicación se deba a que estaban “desconectado” o no han sabido valorar en su justa medida este factor de desconexión; no estaban haciendo un correcto feedback de la realidad para a su vez propiciar cambios estratégicos que hubiera corregido a tiempo el rumbo de sus organizaciones.

En mi pasado articulo mencioné que las organizaciones y los liderazgos deben de ser duros en el fondo (valores) y suaves y moldeables en su formas (estrategias), porque es una de las maneras de confrontar los permanentes cambios en su entorno, es absolutamente imprescindible estar “conectado” con la sociedad y e ir ajustando para ir a esa visión sin perderse en el camino.

En todas las ecuaciones existe una variable que está en permanente cambio: el tiempo, el paso del tiempo es inexorable, todas las visiones, estrategias, tácticas están sustentadas por unas condiciones del tiempo en su concepción y que son absolutamente dinámicas y cambiantes, que van permeando las acciones diarias, algunas veces son aliadas y otras constituyen obstáculos.

La visión aun siendo clara, al propio tiempo ha de ser dinámica, cambiante en conformidad con los cambios que se van dando en el entorno,  y el líder debe de estar palpando constantemente esos cambios  para generar unas oportunas correcciones en la táctica y en la estrategia que son elementos moldeables.

El factor de desconexión actúa en contra de la visión, o más bien es algo sutil que erosiona a largo plazo visión, que obliga a estar constantemente alerta tal como lo hace el timonel de un barco, dar pequeñas correcciones de rumbo para llegar a punto a donde se pretenda ir sin zozobrar por el camino.

El líder ha de estar conectado siempre y no solo con la organización sino con su entorno: leer, calibrar, ajustar a lo que la realidad va demandando sin perder el horizonte, es la contante comparativa entre el sueño y la realidad, entre lo planificado y lo que está aconteciendo.

Podemos concluir que el factor de desconexión existe, que es de suma importancia y algo que ha de tener muy en cuenta el buen líder en su día a día.













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